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Galletitas rústicas de alcaravea -saladas-

Galletas integrales de espelta y alcaravea


Antes de nada deciros que lo de "rústicas" es una manera de darle copete a estas galletitas hechas sin moldes, desparramadas a su libre albedrío. Igual necesito unos moldes, no sé...

En realidad me da igual la forma que tengan, yo lo que quería era el sabor de la alcaravea, esa semillita que utilicé en la entrada anterior y que sólo la conozco a través de las galletitas saladas para picar en plan aperitivo que vienen en un pack dividido en 4 con una variedad distinta en cada hueco.  Mis favoritas de esas 4 son las que llevan estas semillas, porque es increíble el sabor tan rico que aportan, una mezcla entre anís y comino, sin que cargue el uno ni el otro.

Pues el otro día las volví a comer, busqué en los ingredientes para averiguar qué sabor era ése y directa a la herboristería me fui a comprarlas.

De paso cogí también una harina de espelta recién molida de un productor local (ahora estoy en Asturias) y junto con la leche de coco, que aporta grasa y humedad, más un poco de sal, galletitas hechas y listas para comer en 20 minutos.


Ingredientes: 14 galletas

4 cucharadas de harina integral de espelta no muy llenas. O la harina que más os guste.
4 o 5 cucharadas de leche de coco cremosa (entre un 15 y 20% de materia grasa).
1 cucharadita de semillas de alcaravea enteras.
Media cucharadita de bicarbonato.
Pizca de sal.


Preparación:
  • En un bol echamos la harina y vamos añadiendo y removiendo una a una las cucharadas de leche de coco hasta que nos quede una masa pegajosa, ni líquida ni seca.
  • Añadimos las semillas, el bicarbonato y sal al gusto. Hay que tener en cuenta que el bicarbonato aporta sabor salado, así que mejor poner la sal en el último momento para que no nos pasemos con ella.
  • En un recipiente tipo molde de tarta grande vamos echando cucharaditas de la masa con suficiente espacio entre ellas para que no se peguen unas a otras al crecer la masa. En lo que es la base, a mí no se me pegaron nada y no puse ni harina, ni grasa ni papel de hornear...
  • Espolvoreamos por encima unas pocas semillas para decorar.
  • Las metemos en el horno hacia la mitad con calor arriba y abajo a 200º C durante 15 o 20 minutos, o hasta que veáis que han subido y están doradas.
  • Las sacamos y las ponemos sobre una rejilla para que se enfríen y el aire pueda circular por toda su superficie, así no se quedan reblandecidas.


Y ya están listas para degustar, tanto solas como dips, base de untables... lo que prefiráis. El sabor de coco luego es inapreciable, lo digo para que sepáis que no va a condicionar nada las combinaciones que queráis hacer con ellas a la hora de comerlas.
Quedan con un crujiente muy fino, porque en la masa se forman un montón de miniburbujas, aparte de las grandes del interior que hacen que se abomben.

Galletitas integrales de alcaravea

2 comentarios:

  1. Yo tampoco tengo molde para hacer galletas, ni falta que hace :) Así se nota que están hechas en casa y con cariño!!
    Me voy a leer sobre la alcaravea, que es la primera vez que veo este nombre! jeje Besos

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    Respuestas
    1. Seguro que cuando la pruebes te suena ese sabor por las galletitas saladas que comentaba en el post, que todos las hemos comido en algún momento.
      A lo que le tengo unas ganas locas es a las Quelitas! Aquí no las venden, así que me gustaría aprender a hacer algo parecido, tú sabes hacerlas?
      :*

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