Veganiza al chef en abril: "Buñuelos de calabaza" de Martín Berasategui

Buñuelos de calabaza bañados con panela en polvo

Este mes de abril las chicas de Veganiza al chef nos proponen el reto de veganizar un dulce típico de España en estas fiestas de Semana Santa que acaban de terminarse: los buñuelos. Pero no unos buñuelos cualquiera, sino nada menos que unos de Martín Berasategui hechos con calabaza. Podéis ver su receta original aquí.

Justo después de freírlos, quedan crujientes por fuera
 y apenas absorben aceite

Lo que hice fue:

- Sustituir los huevos y la leche directamente por manzana. Lo hago a menudo en los bizcochos y me gusta mucho cómo queda. Además aporta bastante dulce, así no tenemos que endulzar apenas con productos procesados.

- No utilicé el horno, la calabaza la cociné con la manzana en una especie de compota a la cazuela.

- Aparte, y sin querer, los hice aptos para celíacos al elegir harina de arroz como espesante, que no tiene gluten.

- Tampoco eché levadura, no por nada, sino porque no la teníamos en casa, sólo un poco de bicarbonato que hizo que se hinchasen lo suficiente, no tanto como los de viento pero sí que estaban algo esponjosos como se puede ver en la siguiente foto.

Interior del buñuelo

Ingredientes: (50 buñuelos)

Unos 350 grs de calabaza pelada.

1 manzana reineta.

1 vaso y medio de harina de arroz (unos 250 grs).

2 cucharadas de panela.

Cardamomo molido, cantidad al gusto (opcional, puede ser ralladura de cítricos, canela o lo que más os guste).

1 cucharada de bicarbonato.

Pizca de sal.

Aceite para freír (yo utilicé girasol).

Más panela para rebozar los buñuelos una vez fritos.

Preparación:

• Pelamos la manzana y le quitamos las durezas del corazón.
• La rallamos y la ponemos en una cazuela amplia con las 2 cucharadas de panela y una pizca de sal, a fuego bajo, para que vaya soltando los jugos.
• Mientras, picamos en trozos muy pequeñitos la calabaza. Yo lo hice con la picadora para ahorrar tiempo.
• La añadimos a la manzana, removemos y dejamos que se cocinen juntas hasta que estén blanditas, con la cazuela tapada para que no se evapore líquido y a fuego muy bajo para que no se pegue. Unos 20 minutos.
• Pasamos la batidora hasta convertirlas en una crema fina, espolvoreamos el cardamomo al gusto y dejamos que se enfríe.

Igual no era necesario dejar enfriar pero me daba la impresión de que si añadía la harina en caliente, se cocinaría y quedaría una especie de pudding, que no era la idea.

• Cuando el puré esté frío echamos la harina poco a poco, removiendo bien con una cuchara. Dejamos reposar un par de horas. 

Quizás este reposo no es necesario tampoco, yo lo hice porque tenía que irme y no me daba tiempo a ponerme a freír la buñuelada en ese momento.

• Pasado el reposo, añadimos el bicarbonato, removemos bien, probamos la masa para rectificar de dulce o especias a nuestro gusto.
• Calentamos aceite abundante en una sartén a temperatura media. Si está muy alta se quemarán enseguida por fuera y quedarán sin hacer bien por dentro. Y no absorben apenas aceite por freírlos a temperatura media, no hay problema por eso.
• Con una cuchara pequeña vamos cogiendo porciones de masa y echándolas al aceite.
• Veréis que los buñuelos van subiendo solos; cuando estén dorados por abajo les damos la vuelta.
• Los sacamos a un plato con papel absorbente para evitar los excesos de grasa.
• Y los pasamos por un bol en el que habremos echado panela en polvo para rebozarlos en ella.

Ya están, listos para servir!

Sobre un mantel que bordó mi madre hace más de 40 años.
Dice que se llama un "tú y yo", para desayunar en pareja :)

¡¡Festival de buñuelos!!