Pudding de azukis a la hierbabuena

Pudding de azukis decorado con guindas, nueces y pipas de calabaza

Los azukis son unas judías rojas provenientes del Himalaya y que se utilizan mucho en Japón para hacer postres porque tienen un sabor más dulce y suave que otras judías. En España las venden en tiendas veganas o en herbolarios y el precio está muy bien, además suelen ser de agricultura biológica.

Hace años trabajé en un restaurante japonés y uno de los postres era el helado de judía roja. A priori no llama la atención a nadie un helado con un nombre así pero os aseguro que estaba buenísimo. La verdad es que no sé si estaba hecho con azukis o era otro tipo de habichuela pero en cuanto oí hablar de las azukis enseguida las relacioné con ese helado taaaan rico del que me acuerdo muchas veces y las compré para probar. Primero las cociné en salado, cocidas con verduritas, y de sabor no cambiaba mucho con otras legumbres del estilo. Nada nuevo bajo el sol.

Pero ayer finalmente me animé a hacer algo dulce con ellas. Hubiese hecho un helado pero, entre que aún hace frío y que tengo el congelador a reventar de cosas y no cabe nada más, elegí el formato pudding, que lo tengo ya bastante trillado con la harina de maíz y siempre sale bien.

No me pegaba añadirle los típicos sabores frutales de los postres: limón, naranja, manzana, fresas... y preferí algo fresco que no fuese ni ácido ni amargo: la hierbabuena. Ha sido todo un acierto!! Y combinado con las nueces de la decoración  (otro día las pico y las añado a la masa del pudding) el sabor es increíble, bastante distinto a los postres tradicionales, pero muy cremoso y suave.

Os animo a que lo probéis porque además es alto en proteínas y bajo en calorías, lleva muy poca grasa y muy poco  azúcar para ser un postre. Aparte, las azukis tienen un montón de propiedades para la salud que podéis ver googleando un poco por ahí.

Ingredientes: 6 porciones

1 vasito tamaño de vino de azukis en crudo

1 cucharadita de bicarbonato

2 cucharadas llenas de harina de maíz

3 cucharadas de azúcar

2 cucharadas de margarina

1 cucharada de hierbabuena seca o un ramillete si es fresca

3 nueces

1 cucharada de semillas de calabaza peladas

guindas (opcional porque es para decorar)

Preparación:

La noche anterior dejar a remojo las azukis en abundante agua con el bicarbonato (para que las haga más digestivas).

• Por la mañana enjuagarlas bien y hervirlas en poco más de medio litro de agua con una pizca de sal durante 1 hora y media más o menos a fuego muy bajo y tapadas.

• Cuando estén hervidas, escurrimos el agua en un tazón y la reservamos para luego. 
• Pasamos las azukis por la batidora hasta obtener un puré no demasiado espeso (si pide más agua, añadimos un poco de la que teníamos reservada de la cocción). 
• Ese puré lo pasamos a una cazuela amplia, lo ponemos a calentar a fuego suave junto con la hierbabuena, el azúcar y la margarina (si hubiese tenido leche de coco en casa la hubiese utilizado seguro en lugar de la margarina, pero bueno... para otro día). 

• Mientras que se calienta esto, en un vaso grande echamos las cucharadas de harina de maíz y añadimos un chorrito del agua de azukis. 
• Mezclamos todo bien hasta que se forme una pasta y seguimos añadiendo el agua hasta llenar el vaso.
• Revolvemos bien y lo vertemos sobre el puré de azukis.
• Subimos un poco la fuerza del fuego y removemos despacio pero sin pausa hasta que burbujee y empiece a espesar. Serán unos 5 minutos. 
• Bajamos el fuego y removemos durante un par de minutos más.

• Lo vertemos a un molde grande ( yo usé un tupper ovalado) o varios pequeños, como queráis. Lo tapamos y lo metemos en la nevera mínimo 4 horas para que se cuaje y quede firme.

• Lo desmoldamos sobre un plato o fuente y lo decoramos al gusto. Las nueces y los frutos secos en general no sólo decoran, sino que le aportan un sabor al conjunto muy bueno. Si probáis con otras cosas, comentádmelo por favor.

Que lo disfrutéis y... sayonara, amigos de los vegetales!! :)