sin bechamel |
Había hecho caldo de verduras para convertirlo en una sopa, la morada de trigo sarraceno que os enseñé en la entrada anterior.
Con las verduras sobrantes hice un puré pero a última hora se me ocurrió probar a espesarlo con avena y más cosas para luego intentar hacer unas croquetas. Y no las tenía todas conmigo pero al final salieron genial, de sabor, de textura muy muy suave, cremosas, crujientes por fuera y no estalló ni una.
Además es una forma distinta de incorporar la avena a nuestros platos para aprovechar sus propiedades: saciante, digestiva, alta en proteínas, carbohidratos de absorción lenta y más bondades que podéis ver aquí.
Como me pareció una buena idea para receta de aprovechamiento y a la vez de preparar croquetas, aquí os traigo la receta. Las verduras son a vuestro gusto, las que prefiráis para hacer caldo, pero os pongo las que utilicé yo.
Ingredientes: (14 croquetas grandes)
Para el puré de verduras:
· 1 litro de agua.
· 2 hojas hermosas de col lombarda.
· 1 nabo.
· 2 zanahorias.
· 2 tallos de cebolleta (o 1 puerro pequeño)
· Medio calabacín o uno entero si es pequeño.
· 2 hojas de apio.
· Sal
Para espesar y hacer una pseudobechamel:
· 4 cucharadas de soja texturizada fina instant de El Granero Integral.
· Alrededor de un vaso de copos de avena suaves integrales de El Granero Integral (la cantidad es aproximada porque depende de lo escurridas que queden las verduras una vez cocidas).
· 1 cucharada de levadura de cerveza de El Granero Integral.
· 1 cucharada rasa de cebolla en polvo.
· Pizca de nuez moscada en polvo.
· Pizca de pimienta negra molida.
· Sal.
Para rebozar y freír:
· Una taza de pan rallado.
· Aceite de girasol u otro de sabor suave a vuestra elección.
Preparación:
· Cocemos las verduras peladas y troceadas en el litro de agua con un poco de sal al gusto.
· Cuando estén blandas, unos 20-30 minutos después, colamos bien el caldo y lo reservamos para una sopa como la que os comentaba al principio de trigo sarraceno.
· Convertimos en puré las verduras con la batidora o el pasapurés, como prefiráis.
· Lo ponemos en un recipiente que se pueda tapar y meter en la nevera y añadimos el resto de ingredientes como se ve en la siguiente foto:
La avena es mejor no echarla toda desde el principio por si la masa se seca de más, así que podemos empezar con algo menos del vaso y ver si absorbe la suficiente humedad al cabo de un par de horas. Ahí rectificamos con un poco más o no.
También os digo que la avena hidratada es muy suave y cremosa, sería difícil que os quedase un mazacote.
· Bueno, pues mezclamos bien todos los ingredientes con el puré, probamos de sal y guardamos en la nevera para que se maceren los sabores y se seque un poco, como os decía antes. Mínimo 4 horas.
· Cuando la masa esté lista, hacemos bolitas, moldeamos al gusto y las rebozamos directamente en pan rallado.
· Calentamos aceite suave abundante y las vamos friendo, echándolas con cuidado una a una, fuego fuerte y dando la vuelta para dorarlas por los dos lados. A mí esta vez no se me rompió ni una de las catorce resultantes.
· Las sacamos y colocamos sobre papel absorbente para evitar el exceso de grasa, aunque tampoco cogieron demasiada, y ya tenemos lista esta manera distinta de comer croquetas.
Espero que os guste y le saquéis mucho partido a esta receta de aprovechamiento tan deliciosa.
¡Buen provecho! |
Receta publicada también en la web de El Granero Integral: http://www.elgranero.com/sin-categoria/receta-croquetas-con-las-sobras-de-la-sopa-morada-de-trigo-sarraceno-y-lombarda/
Que ricas han de estar estas croquetas!, me encantan las croquetas de todo y éstas deben estar de rechupete. Saludos.
ResponderEliminarSí, mucho! Ahora mismo, que estoy sin cenar, no puedo con el antojazo que me da de volver a ver las fotos. Esta semana caerán otra vez seguro. Un besín!
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