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Tortilla de patatas vegana hecha con legumbres

 Tortilla hecha con alubias


Bueno, estoy aquí de nuevo para contaros cómo hacer otra tortilla de patatas sin utilizar huevos.
Iba a llamarla la definitiva, pero me conozco y sé que seguramente dentro de poco haga otra a la que le quiera dar ese nombre. Así que la describo con frialdad, lo que es, hecha con legumbres, que no harinas, sino legumbres tal cual, las que todos podemos encontrar en cualquier lugar y a buen precio.

Os voy a contar la hecha con alubias porque de todas las legumbres básicas es con la que más me ha gustado el resultado, pero sabed que podéis cambiar esa misma cantidad por garbanzos o lentejas.
Si escogéis lentejas, mejor unas que sean claritas, como la roja o la castellana, que en realidad es sólo por el tema estético, para que luego no quede una tortilla muy oscura, por lo demás no importa.

Y voy a poner receta básica con cebolla. Luego podéis añadir lo que os guste, pimiento, calabacín, guisantes... Lo que os apetezca. O hierbas y especias al gusto. Una pizca de comino le va muy bien, a modo de idea.

Ah, me olvidaba deciros que esta versión además es en plan sano total con patatas cocidas. No hay nada de fritanga, aunque si la queréis con las patatas fritas pues adelante.

Ingredientes: (para una sartén de unos 20 cms)
- 70 grs de alubias blancas.
- 500 grs de patatas.
- 125 grs de zanahorias (una de tamaño estándar)
- 200 grs de cebolla (una también de tamaño estándar).
- 1 diente de ajo.
- 2 cucharadas de aceite de oliva.
- 1 cucharada de vino blanco, o sidra, o vinagre.
- 1 pizca de levadura de cerveza o nutricional.
- Sal normal. 
- Sal negra.


Preparación:

- Lo primero de todo es dejar las alubias a remojo mínimo 24 horas. Esto es importante porque de lo hidratadas que estén dependerá el resultado final. 

- Pasado ese tiempo, las enjuagamos, escurrimos  y echamos al vaso de la batidora.

- Ponemos agua abundante a hervir y cocemos la zanahoria y las patatas, peladas y cortadas en cuartos, con algo de sal.

- Mientras, en la sartén donde vayamos a hacer la torti, calentamos el aceite y pochamos la cebolla y el ajo, cortados en trozos algo grandes, no hace falta picar, con un poco de sal. 

- Cuando empiecen a estar transparentes echamos el vino, sidra o vinagre y damos fuego fuerte hasta que se evapore el alcohol y huela estupendamente.

- Sacamos de la sartén lo más escurrido posible y echamos al vaso de la batidora.

- En ese vaso pondremos también la zanahoria cuando esté blandita, la levadura de cerveza y unos 200 ml (o grs) del agua de cocer.

- Batimos todo hasta que quede un puré lo más homogéneo posible, probamos un poco a ver cómo va de sal y reservamos.

- En un bol grande vamos echando las patatas, bien escurridas, cortadas en trozos pequeños, cuadritos, laminadas... como más os gusten.

- Volcamos el puré y mezclamos bien.

- Calentamos el aceite que nos tuvo que quedar en la sartén de haber pochado a bastante temperatura.
Esto es importante porque la primera capa de todas se puede pegar y de esta manera se cuaja tan rápido que si movemos la sartén enseguida se despega.

- Volcamos nuestra mezcla tortillera y durante un par de minutos cocinamos a fuego alto y dando meneos circulares como si se nos fuera la vida en ello.

- Luego ya podemos poner el fuego bajo y dejar que se cuaje tranquilamente, siempre moviendo bastante a menudo.

- Damos vuelta y lo mismo, un minuto esta vez, a fuego alto. Luego ya podemos bajar el fuego.

- Yo le doy como 6 vueltas tranquilamente por si se quema estando mucho rato del mismo lado. Me pone nerviosa, no lo puedo evitar y la mareo bastante.

- Cuando esté cuajadita, que se ve porque se nota firme, aunque blanda, y por el color dorado, apagamos el fuego, espolvoreamos sal negra y la dejamos ahí mismo en la sartén tapada con una tapa de agujeros por ejemplo, que respire. Así nos quedará muy jugosa y aposentada.

- Y cuando queráis la pasáis al plato. Puede pareceros que se ha pegado por dejarla reposar ahí. Suele ser engañoso pero yo para quedarme tranquila vuelvo a meter un fogonazo de unos segundos a fuego alto para que se evapore esa posible humedad que hace de pegamento.

Un truco para que quede brillante es pasarle una brochita mojada en aceite por la superficie. No supone ni media cucharadita tamaño café pero mejora mucho el aspecto si no os la vais a comer al momento, porque luego se ve algo seca, que no lo está, pero lo parece y esto tiene que entrar por el ojo. Es muy gratificante ver cómo flipa la gente al verla y sobre todo al probarla ;)

Creo que nada más, bueno, sí, que es súper importante tener una buena sartén, incluso os recomiendo una doble de tortillas. Yo la tengo desde hace poco más de un año y es de las mejores inversiones que pude hacer, con una sartén normal no sé si me hubiese atrevido a hacer estos experimentos. 

Y ahora os dejo con fotos de varias tortillas que fui haciendo esta temporada.

Hecha con lentejas castellanas

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