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Montadito de alubias negras con queso vegetal al cebollino

Montaditos de alubias con hortalizas a la plancha y queso vegetal


En la entrada anterior os contaba lo que había hecho con las alubias negras y os comentaba que con las que me habían sobrado hice algo más. Y ese más es lo que os presento hoy aquí.
Son una especie de hamburguesas, parecidas a los escalopines con los que participé en el reto de Veganiza al chef de septiembre, sobre los que puse calabacín y tomate a la parrilla y unos triangulitos de un queso vegetal muy parecido al símil de cheddar que también hice en su momento con los escalopines. 

Es un plato lleno de sabor y de diferentes texturas (crujientes del escalopín, jugosas de las verduras y cremosas del queso), sano y otra manera más de comer legumbres muy recomendable para el otoño.


Ingredientes:

Para los montaditos:
Alubias negras cocidas con apio, comino y alga kombu.
Avena en copos.
Rodajas finas de calabacín grande.
Tomates pera.
Cebollino fresco.
Aceite.
Sal.

Para el queso:
1 cucharada de levadura de cerveza.
4 cucharadas de leche de soja.
1 cucharada de fécula de patata.
1 cucharada de aceite de oliva sabor fuerte.
1 cucharada de cebollino picado.
Un chorro de zumo de limón.
Sal.

Preparación:


Empezamos con el queso para que se vaya templando mientras hacemos el resto.
  • En un tazón mezclamos los ingredientes, empezando por la fécula diluida en un poco de la leche para que se disuelva bien y añadiendo el resto después.
  • Calentamos en el microondas un minuto y medio a potencia media, o hasta que la parte central se haya cuajado.
  • Esperamos a que se enfríe un poco antes de desmoldar y reservamos

Seguimos con el montadito de alubias:
  • A partes iguales mezclamos alubias cocidas y avena.
  • Lo dejamos reposar hasta que la avena esté blandita y aplastamos todo con el tenedor. Rectificamos de sal. (Esto es mejor hacerlo con un par de horas de antelación para que la avena absorba bien la humedad, aunque no es del todo indispensable).
  • Moldeamos una especie de hamburguesa cuadrada con la masa y la freímos con una cucharada de aceite. Para que quede crujiente ha de ser medio frita pero si la queréis más ligera se puede hacer también a la plancha con unas gotitas nada más.
  • En otra sartén calentamos un poco de aceite y ponemos el calabacín y el tomate en rodajas (bien lavados y sin pelar) para hacer en plan parrilla, que queden doraditos y jugosos. Cuando estén hechos los salpicamos con escamas de sal.

Ahora ya sólo queda emplatar:
  • Sobre una hamburguesa colocamos la rodaja de calabacín y encima 2 rodajas de tomate.
  • En el hueco que queda entre los tomates colocamos 2 triangulitos del queso que ya se habrá templado.
  • Espolvoreamos cebollino fresco picado por encima.
  • Repetimos la operación con 2 montaditos por persona y añadimos un poco de ensalada de lechuga y aceitunas negras (por seguir con el color negro más que nada) zumo de limón y aceite de oliva como guarnición, que además le da un toque de color, ligereza y frescura al plato final.
Aquí se ve mejor la textura crujiente de la hamburguesa

¡Y ya está! Espero que os encante como a nosotros en casa, además es una buena opción para el otoño porque empiezan a apetecer platos más consistentes de legumbres pero a la vez más ligeros que los de pleno invierno.

4 comentarios:

  1. Uauuu, estupenda presentación!! y además no puede ser más sano!! descubrí tu blog a través de facebook (en el grupo de Veganos en el País Vasco), y ya te he añadido a mi lista de blogs que sigo! Me gustan mucho tus recetas, sanas, sencillas y ricas! Nos leemos ;)

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    Respuestas
    1. Muchas gracias, Ester! Es un mundo todo lo que se puede hacer sólo con vegetales sin complicarse mucho la vida, yo cada día me sorprendo más y más. Un besín!

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  2. qué ricooo Vane :) ese quesito me estáaa llamando a gritos!! jejeje :)

    un besote!!

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    Respuestas
    1. jejeje, es que el quesito aparte de bonito es que está muy rico!! Y se hace en un momento. A veces no sé qué merendar y me hago uno pequeño en un pispás para meter en bocadillo. Aún estoy experimentando con las proporciones de fécula, grasas y líquidos para conseguir distintas texturas porque la fécula lo convierte en elástico. Es muy curioso, guapa! Un laboratorio-cocina es lo que necesitamos! jajaja. Besinos!!!

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